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A no ser que se indique lo contrario, todos los textos publicados en este blog han sido escritos por Jesuhadín Pérez Valdés

domingo, 7 de enero de 2018

Xubuntu: el poderoso cisne envuelto en patito feo.



"Xubuntu está diseñado para usuarios con computadores que poseen recursos limitados de sistema, o para usuarios que buscan un entorno de escritorio altamente eficiente".


Ocupa el lugar 35 en la Distro-Watch ranking pero su posición es subjetiva no constitutiva. Porque Xubuntu es un campeón histórico.

El sistema -ahora mismo- yace aplastado bajo toneladas de excelentes distros. La razón de esta posición desventajosa es la propia libertad existente en el medio que se desarrolla. La diversidad es tan feroz en linux que importantes distribuciones quedan en la sombra de sus hermanas mayores. Xubuntu es un vivo ejemplo. Por eso apenas se distingue -en la enorme familia del software libre- esta potente distribución derivada de Ubuntu mantenida por la comunidad y reconocida oficialmente por Canonical.

Xubuntu es un Ubuntu con escritorio XFCE. Todos conocen a Ubuntu y todos conocen el entorno XFCE. Todos los que queman el terminal de linux reconocen también quién esta detrás de este popular sistema operativo. 

Ubuntu es el tercer OS mas “pinchado” de Distro-Watch. Pues bien, Xubuntu es un Ubuntu modificado para bien. Ubuntu es un buen sistema operativo -amen de lo que digan sus detractores- y XFCE es un excelente escritorio. La combinación mejora a ambos. Los hace perfectos.

XFCE tiene las cuatro hojas del trébol de buena suerte: es potente, personalizable, liviano y con respaldo comunitario. ¿Qué mas necesitáis para ser felices? XFCE es -para mi- el escritorio idóneo. El perfecto equilibrio entre lo robusto y lo veloz. Fuerza y velocidad en el mismo paquete. Amigable, versátil, estable y -con algo de ingenio y creatividad- puede llegar a ser tremendamente hermoso. 

De manera que un XFCE montado sobre Ubuntu corre como la lana frente a la turbina de un avión. Es carrocería de aluminio, sobre motor V8.

Pero es feo recién instalado. Feo, muy feo... Entonces los novatos que abren las capturas de pantallas y ven todo tan recto y minimista se espantan. Xubuntu recién instalado asusta. 

Solo cuando te montas en él y le aprietas las tuercas comprendes sus bondades. Solo si lo pisas a fondo, le quemas llantas y ves como despega comprendes su poder, su estabilidad, su perfección y sus demás cualidades. Solo entonces te seduce.

Después, chequeas el uso del hardware con carga extrema y sonríes satisfecho. Pasa de optimo. El reconocimiento periférico es completo y absoluto, sin traumatismos ni búsquedas interminables en Internet. Entonces acabas enamorándote perdidamente de esta distro fea y aparentemente insignificante. 

Pero lo increíble llega cuando le modificas los temas, los colores la transparencia, los iconos, le instalas tu Conky personal, le modificas Whisker al dedo y lo reinicias todo para ver como corre...

Pero sucede que no corre sino vuela. Es un jet. Todo esta listo en instantes. Al primer clic al icono el aire del ventanazo te saca el sombrero de la cabeza. Thunar va como engrasado. Como si se deslizara por un tobogán. Cuando ves que el milagro sucede, cuando compruebas que algo potente y funcional puede ser hermoso, entonces te atrapa. Te envuelve. Te somete y la relación se entre tú y tu sistema operativo se vuelve sentimental. Romántica.

Si, puede que tu espíritu emprendedor y aventurero te lleve por otros lares: Debian, Mint, Manjaro, Fedora, Solus, Antergos, Elementary, Open-Suse, Zorin, CentOS, Lite, Kali... En fin quizás alguna vez le desinstales condenándole a un temporal olvido, pero volverás tarde o temprano sobre tus pasos, como se vuelve al confortable hogar, al auto seguro y engrasado o a la novia hermosa. Porque Xubuntu te deja un sabor inolvidable.

Xubuntu es un linux imposible de olvidar.

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