Llegaste a mí, para tocar la puerta equivocada
y no podré ayudarte.
Créeme, me cuesta ese silencio de horas que pasan sin sembrar semillas
pero no quiero.
Siento el aleteo de tu corazón y el montón de sorpresas que guardabas para mí.
Pero no. Perdóname. Dale a otro mi regalo sin remordimientos.
Yo te amaré de otra manera, si es posible
no busco que los días revuelquen nuestros corazones.
…no temas
guardare el secreto.
A ti te toca perdonar…
guardare el secreto.
A ti te toca perdonar…
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